SERIE DE FICCIÓN MUSICAL OW
OW es el nombre de una serie de tres capítulos de ficción musical post apocalíptica creada por el mc, beatmaker y productor Talobeez, y el comunicador audiovisual Senuval. Ellos, más un equipo de cuatro personas rodaron la película en Puchuncaví, uno de los lugares más tóxicos de Sudamérica. La obra pretende generar conciencia acerca del daño irreparable que un lote de industrias ha generado a los habitantes y a la biodiversidad.
Escrito por Crione
40 kilómetros al norte de Valparaíso por la costa, se encuentra una bahía que comparten las comunas de Quintero y Puchuncaví. Esta zona alberga a 15 mega empresas, entre ellas Shell, Codelco, Oxiquim, Copec, Epoxa, Gasmar, Aes Gener y Cementos BíoBío. Este nocivo cordón industrial incluye termoeléctricas, depósitos de gas, almacenamiento de combustible para barcos y manipulación de químicos. Por más de 50 años gases altamente contaminantes han sido emanados, produciendo daños irreparables en la población y al ecosistema terrestre y marino.
La primera denuncia por excesiva polución la interpusieron agricultores del sector en los años sesenta. Desde entonces, se cuentan más de 300 vertimientos de carbón en la playa, innumerables derrames de hidrocarburos al mar y 10 intoxicaciones masivas de los habitantes de la zona, a causa del excesivo dióxido de azufre esparcido en el aire. El área tiene elevadas tasas de cáncer, los lugareños portan plomo en la sangre y los suelos han sido declarados incultivables por contener cantidades de arsénico altamente dañinas para la salud.
Este paisaje desolador fue elegido por Senuval y Talobeez para rodar OW, una película musical de ficción ambientada en un futuro post apocalíptico, donde un viajero en el tiempo llega a la última zona de sacrificio en un planeta devastado. “Da mucha impotencia ver esta injusticia en contra de la población de Puchuncaví y de otras localidades de Chile donde aún existen estas plantas. Es una irresponsabilidad gigante por parte de los gobiernos de turno y los empresarios. Queda en evidencia que la salud de los pobladores de la zona no importa con tal de que el progreso económico de unos cuantos no se vea afectado”, dice Italo Mendoza, también conocido como Talobeez.
Idea original
Cuando Talobeez hizo escuchar a Sebastián Núñez alias Senuval la música que quería que trabajaran en conjunto, el comunicador audiovisual se transformó. “Un día, Talobeez me comenta la idea de juntar nuestras gracias para hacer un videoclip para una instrumental que reproduce mientras me explica la historia: un viajante del tiempo llega a un planeta devastado, y en él, se encuentra con un ciborg. En pocas palabras, mientras viajaba en el tempo de la instrumental, muté”. Así relata Senuval el comienzo del proyecto.
Ambos fueron intercambiando opiniones acerca de cómo visualizaban las características de los personajes y la trama. Una vez establecido las particularidades de los protagonistas, escribieron en conjunto el guión y lo pusieron en contexto. Localizaron la historia en la playa de Ventanas por su paisaje devastador debido a la contaminación que generan las mega industrias colindantes. Imágenes ideales para mostrar un futuro post apocalíptico.
Luego de una visita técnica al lugar, donde estudiaron la fotografía y sobrevolaron el sitio con un drone para asimilar el escenario, estaban listos para grabar.
Rodaje y próximos capítulos
El rodaje duró dos días y transcurrió casi en su totalidad en la playa de Ventanas. El equipo además de Senuval y Talobeez lo compusieron Solange Figueroa y Marcelo Castro, quienes interpretan a los personajes, Ignacio Peláez como camarógrafo y Francisca Lazo a cargo de la dirección de arte de la obra.
Al concluir las filmaciones, todos sintieron conformidad con lo realizado. “En un principio la idea era hacer un solo videoclip con una instrumental perteneciente al disco Fosil Tape II, pero Sebastián al revisar el material, se dio cuenta que lo registrado durante las jornadas de filmación había superado las expectativas y daba para hacer algo de mayor duración”, dice Talobeez. De esta forma surge la posibilidad de crear una película en vez de un videoclip. Ahí nació el proyecto OW, dirigido por Sevunal. Decidieron dividir el material y crear una serie de tres capítulos.
Refiriéndose a las imágenes capturadas durante el rodaje, Senuval cuenta que personalmente le resultó “tan bueno, que como realizador me obligó a plantearle esta nueva dirección del proyecto a Talobeez, haciéndole ver que lo que recogimos ese día, daba para mucho más que un videoclip. Derechamente era una película”.
Debido a extensión de la idea original de solo hacer un videoclip, Talobeez tuvo que trabajar nuevos ritmos para incluirlos en los siguientes episodios. “Me inspiró mucho esta nueva experiencia de elaborar el carácter musical de esta película ficción – social por llamarlo de alguna forma, pero que también juega con el suspenso y lo psicológico. Creo que logramos fusionar nuestros mundos imaginarios y llevarlos a cabo tal como lo visualizamos gracias a un gran equipo”, dice Italo Mendoza una vez concluido el trabajo.
La primera parte de la saga se titula Venida y puedes verla a continuación. La serie se completa con dos capítulos más que se estrenarán prontamente.