Viernes, 26 de Abril de 2024
Banner
InicioBrevesEL MUNDO DE LOS BABY WU-TANG. PARTE 2

EL MUNDO DE LOS BABY WU-TANG. PARTE 2

Escrito por José Antonio Palma.

Las representaciones estéticas que ejercen una crítica social son un acto eminentemente político. En ese sentido, las canciones de Wu-Tang Clan hay que comprenderlas como un ejercicio de soberanía de sus miembros, develan contradicciones sociales y nos comparten las estrategias que esgrimieron para sortear estas dificultades.

En 1975 la ciudad de New York se encontraba en bancarrota, ante lo cual se solicitó un préstamo al Estado, a cambio se efectuaron privatizaciones y recortes presupuestarios en los servicios sociales. Mientras el 25% de la población afroamericana vivía en la pobreza, el crack y el SIDA se extendían como una pandemia silenciosa, las viejas fábricas, en las que seguramente trabajaron sus padres, se trasladaron al tercer mundo para abaratar costos. Esto multiplicó la cesantía y lanzó a muchos niños a trabajar en la calle, como RZA y ODB, que con 11 y 12 años vendían periódicos en las esquinas.

Ante este escenario, probablemente, ir a la escuela no tenía mucho sentido. Los baby Wu-Tang se ausentaban de clases para quedarse viendo películas de Kung Fu. Estos films se extendieron entre la comunidad negra en los 70’s, debido a que eran visualizados como una respuesta cultural a los estereotipos de las películas hollywoodenses, del negro como gánster o esclavo. El argumento central de estas producciones es la lucha de una comunidad humilde y trabajadora contra una tiranía, enfatizando la importancia de la familia, la lealtad y la justicia.

En 1989 ODB, RZA y Ghostface se juntaron a fumar marihuana y ver el film «Eight Diagram Pole Fight», que trata de un general que traiciona a una familia numerosa, estallando una guerra fratricida, muriendo seis de los ocho hijos, mientras uno se vuelve loco y el otro monje. Al final de la película sus espectadores se acongojaron, les brotaron un par de lágrimas, se reflejaron en esas imágenes, recordaron a sus muertos y las batallas libradas. Se consolaron mediante un abrazo colectivo que selló el nacimiento de una familia, un clan, fue el despertar de sus conciencias y la génesis de una banda que encenderá la mente de millones de jóvenes alrededor del mundo.

PROMAABRO SE DECLARA
FUNKY FLU Y ELEMENTO

roberto.padillafuentes@gmail.com