RapJaus, un ícono en el Hip-Hop Chileno
RAPJAUS, un ícono en el Hip-Hop Chileno.
Una casa, convertida en un local destinado a apoyar la música rap underground.
Escrito por Ariel «Noname» Sentis (http://nn.m2h.org/)
Desde mi casa el camino no era fácil, tomaba una micro hasta el metro, una combinación y otra micro para después caminar un poco hasta la población Juan Antonio Ríos en la comuna de Independencia.
La primera vez que escuché de que se trataba esto, no entendía mucho; me dijeron «es una casa, man. La rap casa, Rap Jaus, La casa del rap». «Hay luces empotradas igual que en un living, un refrigerador, un patio y no me extrañaría que un par de camas en la pieza del fondo«.
Fuí por primera vez en vacaciones de invierno del 2009, un amigo rapeaba y me pidió que lo acompañara a representarla con un tema y los apoyos. Empezó la travesía.
Después de andar medio perdidos un rato y preguntar qué micro había que tomar, llegamos.
Y era una casa, tal cual como la de la abuela o de la tía. La única diferencia era que en el living en vez de haber una mesa y sillas, cuadros y una alfombra, habían un par de parlantes bien grandes, un escenario, muchos gorros cerrados y pantalones anchos.
Un ambiente que semejaba a los clubes bluseros de antaño, humo denso, luz tenue y conversa animada. De pronto, se subió un compadre en la tarima. Un flaco con harta energía, se notaba que tenía muchas ganas de hacer lo que estaba haciendo y empezó a animar la fiesta. «El Gran Vuelo» se llamaba.
Mientras el hombre improvisaba, Kaenedos se movía por su casa chequeando que todo estuviera andando como reloj. Que los grupos, que los tragos, que la entrada, etc. Eso me gustó mucho también. Todas las veces que fuí, estaba Kaene en la puerta de su casa, recibiendo a sus visitas calidamente. «Pasa nomás«.
Tuve el placer de conversar con él y hacerle unas cuantas preguntas.
Me contó que el proyecto empezó porque la casa era usada como restorán. Servían colaciones para empresas constructoras del sector y después de un tiempo estas empresas emigraron, por lo cual, la familia cayó en una crisis económica.
Así fue que nació la idea de hacer tocatas aprovechando la casa. Kaenedos me contaba que en ese tiempo trabajaba con Jimmy Fernández y conocía a varias personas del medio, como Zebatack, Mentesabia y varios cabros que lo ayudaron a tirar el asunto para arriba.
Hablaba con mucho cariño de todas las sesiones, muy emotivas. Recuerda la primera como una especialmente tensa y no es para menos. Cuenta que entre la incertidumbre de lo que iba a pasar, el estar por primera vez haciendo un evento como estos y que estuvieran ubicados en un barrio andaba bastante nervioso.
También la sesión 3, cuando tocó Liricistas, Mentesabia y Dream Team. Fue la primera sesión donde llegó mucha gente de otros sectores. Casa llena.
Para mí siempre era un gusto ir a la RapJaus, aunque fuera un pique considerable. La última sesión estaba de bote en bote, no había cabida para más gente y adentro caminar era súper complicado, gente improvisando en el patio, minas encima de locos para ver a los grupos tocando… Se respiraba Hip Hop donde fuera. Porque Hip Hop es lo que se hacía ahí. Con todas las de la ley.
Kaenedos en este momento se encuentra descansando lo que fue la experiencia, una burbuja, una suerte de reality show dentro del rap, usando sus palabras. Contento y triste a la vez me dice que está pensando en volver a las canchas en un tiempo, con varias cosas en mente y pensándolas con calma.
Por mi parte, les dejo un abrazo a los que hicieron de RapJaus posible. Coordinadores, grupos, la tía que vendía las pilsen, etc.
Y como me dijo mi colega Yntro en su despedida que se hizo ahí mismo: «RapJaus» es un capítulo del Hip Hop chileno».
* Fotos extraídas de sitio web de Rapjaus en http://rapjaus.blogspot.com/