Beatmakers: ¿La quinta rama del Hip-Hop?
Escrito por Hugo Zavala
MC’s, B-Boys, Grafiteros y DJ’s; los 4 exponentes del movimiento cultural conocido como Hip Hop. Cada uno cumple una función bien marcada, o al menos hasta hace cierto tiempo fue así.
Hoy en día, ramificado por todo el mundo, el Hip – Hop ha llegado ad portas de comenzar debates más serios respecto a sí mismo, puesto que en sus mismas bases, hay bastante material que discutir, me refiero a las nuevas – hasta ahora – “sub” disciplinas que piden a gritos un espacio más grande: entre los Improvisadores, es decir, los que manejan el Freestyle, hay quienes no quieren ser considerados MC’s, puesto que la actualidad del término implica un trabajo más literario que el estrictamente “rapero” que se infiere de estar rimando ideas que salgan en la velocidad del momento, también los dedicados a hacer Beatbox no se sienten cómodos al no tener una clasificación clara dentro de las 4 ramas instauradas por KRS One, y cómo olvidar a los Beatmakers, quienes en el nuevo siglo (en Chile) y desde un poco antes (en el extranjero) ya se encuentran totalmente distanciados de lo que es el clásico Scratch que alguna vez determinó la “pega” del DJ en el rap.
¿Acaso ahora el término “DJ” debe ampliarse a los Beatmakers? o ¿La creación de beats es actualmente una clara disciplina diferente al arte de acompañar a un MC en vivo? Tema espinudo que creo requeriría un texto completamente dedicado a la cuestión, por ahora me concentraré en unir las ideas que tengo sueltas y armar algo relativamente coherente respecto a los Beatmakers.
El primer Beatmaker.
En sus inicios, las pistas de los pocos raperos existentes (hablamos de fines de los 60’s) en los temas que sonaron en radios, tenían un problema, y es que, al ser instrumentos tocados por músicos, había un “algo” que se perdía con respecto a lo que se podía escuchar en las fiestas (o Block Parties) en que las pistas eran cortadas por un DJ, repitiendo el loop de baterías en que la parte del tema Funk o Soul fuese más bailable, para que el MC rimara, y luego (ya en los 70’s) agregando el scratch. Esto, sumado a la innovación de Afrika Bambaataa de crear pistas de rap con sintetizadores (80’s), es el inicio del DJ que también produce beats de rap.
Las 2 corrientes.
Dejando de lado la producción totalmente instrumental de las pistas de rap, este estilo musical posee 2 grandes “escuelas” de producción, que en la gran mayoría de las veces, se mezclan: la producción de beats a base de samples y la creación de melodías ayudado por elementos electrónicos. De este segundo tipo de creación ya nombramos a Bambaataa como el precursor, y en cuanto a samplear, debemos recordar a Marley Marl, que fue el primero en samplear un loop de baterías en el año ’84.
Siempre hay que tener en cuenta que muy rara vez se usa una sola de las modalidades, dejando de lado la otra, pero también se debe considerar que por lo general uno de los estilos es el que predomina a la hora de producir.
En cuanto a lo que escuchamos, es principalmente en la música proveniente de la costa Oeste de USA en donde podemos ver todo el caminar de la creación de beats con sintetizadores e instrumentos electrónicos a la hora de crear rap. La mayoría de las pistas que podemos escuchar, a pesar de tener samples gran cantidad de veces, nos muestran el protagonismo de estos instrumentos en comparación al “robo” de instrumentales antiguas. Actualmente el Dirty South y el Crunk prácticamente no usan samples y están basados en su totalidad en sintetizadores, obviamente de una tecnología mucho más avanzada que la usada por Bambaataa en los ‘80s.
Los samples y el mismo hecho de samplear son mal mirados por algunas personas ajenas al Rap, considerando que es un robo y un abuso en contra de antiguas canciones. Sin embargo habría que adentrarse un poco más en el asunto para demostrar que la cosa no es tan así: “Samplear no es simplemente agarrar un tema y choppearlo, de hecho en el «agarrar» una canción hay detrás toda una búsqueda, los que realmente se dedican a cocinar sonidos deben seleccionar entre estilos musicales, luego épocas, artistas, siempre intentando buscar el que nadie conoce, o transformar de tal manera el sample que no se note nada del tema original, en fin, esos solamente son bosquejos de lo que realmente es samplear y yendo a un plano netamente musical, el sample proporciona una calidad de armonías y sonidos que es prácticamente imposible de reproducir fidedignamente de modo digital.” (Dice Rolo, MC nacional en el Foro de Imperioh2).
En Chile.
(Habrán nombres que falten y lectores que se molesten, pero prefiero nombrar a los más conocidos sin rebuscar mucho, para que se entienda que quiero exponer ejemplos de beatmakers y no la historia en Chile de la disciplina)
A inicios de los ‘90s Pedro Foncea (De Kiruza) regala a Lalo Meneses (Panteras Negras) un programador de baterías para realizar los primeros beats originales de su grupo. Acá podemos considerar que existe la primera documentación en Chile de un Beatmaker. En esta época tan en pañales del rap chileno, aún no podemos hacer la distinción entre DJ’s y Beatmakers.
Dj Raff produce los primeros beats para los entonces jóvenes integrantes de Tiro de Gracia, además de lo hecho en la Frecuencia Rebelde y La Pozze Latina, que lo posicionan entre los grandes Beatmakers de los ’90 en Chile.
Cenzi, que a fines de los 90, con Makiza, y previamente con Tiro de Gracia (produjo los Hitazos “El juego verdadero” y el “Chupacabras”), se posiciona como uno de los más prolíficos Beatmakers de la escena rapera chilena, sin contar que en el presente siglo continuó con Makiza y luego con Némesis, aparte de sus proyectos personales, entre otras cosas.
Actualidad nacional.
El estreno del disco “Respira” (2009) de Frainstrumentos volvió a poner en el tapete el tema de los beatmakers y su enorme aporte al rap Chileno y mundial. Nos dimos cuenta de que actualmente (y desde hace algún tiempo ya) hay personas dedicadas exclusivamente a la fabricación de beats para que los MC’s plasmen sus versos en ellos, esfuerzo tremendamente destacable debido a la poca figuración que hasta el momento tenían los beatmakers en comparación al resto de cultores del movimiento.
Actualmente jóvenes talentos se dedican a la producción musical en el rap, tal como se inicia un MC o un b-boy, aprendiendo, practicando y mejorando. Esto ha potenciado el rap chileno de manera increíble, dotándolo de una mayor diversidad al momento de escuchar tendencias musicales (a pesar de que siempre hay una moda de turno) y dándole mayor libertad a los MC’s, para tener que preocuparse exclusivamente de sus letras y no de todo lo que tiene que ver con la producción de un tema (aunque todavía hay solitarios MC’s que producen desde sus beats hasta sus flyers). Los beatmakers al día de hoy piden ser nombrados en los títulos de los temas, para así tener el lugar que merecen dentro de lo que es la producción de un tema de rap, o incluso, dúos como Jesteinritmos y Gran Rah que son la gran pareja Beatmaker/MC del rap Chileno
La mayor facilidad de acceso a la tecnología, el momento masificador que vive el rap nacional y otros muchos factores han contribuido al auge de los beatmakers en nuestro país, es de esperar que la tendencia al crecimiento no se detenga y que quizás en algún tiempo se de realmente un debate acerca del valor de los beatmakers como disciplina independiente en el Hip-Hop.