Gentrificación y graffitis “falsos”: la guerra en 5 Pointz

El edificio 5 Pointz de Long Island City en Queens (Nueva York) era considerado la meca del graffiti. En el collage de pintadas habían contribuido artistas como Stay High 149, Tracy 168, Cope2 p CORTES.

Cuando se habló de la demolición de la construcción, se escucharon voces de protesta. Se derribó y ahora la nueva construcción pretende mostrar un mural cuyos opositores describen con furia como “falso”y se niegan.

Como muchas fábricas en Long Island City, la empresa de accesorios para reproductores de música que albergaba el edificio de 5 Pointz  se marchó en los 90. En ese momento su dueño decidió convertirlo en un estudio para artistas. Sus paredes pronto se transformaron en murales y el edificio en una especie de meca del graffiti. Cuando se destruyó, se dijo que una pared se dedicaría a graffitis, los críticos con la idea lo consideran un insulto.

La oposición al nuevo graffiti se encuentra resumida en revistas como Cassius. En un artículo con tono de enfado se critica la destrucción de 5 Pointz, la gentrificación de Long Island City y la intención de traer un mural de diseño. En la zona más próximas al río en Long Island City, se han construido rascacielos para jóvenes profesionales que puedan pagar por un estudio cerca de 3.000 dólares. Las vistas del Empire State y Naciones Unidas son espectaculares. La revitalización del barrio ha transformado un área de fábricas abandonadas en una zona de deseo solo para unos pocos.

El debate sobre la gentrificación trasciende Estados Unidos. Barrios tradicionalmente olvidados comienzan a brillar por su proximidad o buena conexión con zonas de interés. Llegan inversores, construyen residencias para inquilinos normalmente más pudientes y suben los precios. Los que vivieron allí cuando nadie quería muchas veces se ven obligados a marcharse porque no pueden hacer frente a los nuevos alquiler. Llegan rostros distintos. Puede que mejoren las instalaciones pero no lo disfrutarán todos. Es la gentrificación, el término que acuñó Ruth Glass en los 60 y que hoy está más de moda que nunca. Long Island City en Nueva York, donde se visiona el polémico graffiti de 5 Pointz es un magnífico ejemplo de ello.

Graffitis de encargo en Nueva York

SWAGGA MUSIC se reunió con el autor del mural de Mandela en Greenpoint (Brooklyn) a unos metros de su estudio. La impresionante pintura en la pared no era un graffiti improvisado sino una obra de arte diseñado con precisión de arquitecto y que incluía su firma: el logo de Colossal Media. Se trata de una nueva tendencia en ciudades como Nueva York. Se diseñan murales con estilo de graffiti para campañas publicitarias. Algunos promocionan bebidas, otros ideas. La policía no detendrá a nadie por ello. Se hacen con todos los permisos y a veces solo para un tiempo.

El debate es el siguiente: unos aprecian la iniciativa. Se trata de obras artísticas espectaculares y publicidad normalmente bonita, dicen. Otras la consideran faltas de esencia: no son graffitis como se hacían en su día, con rebeldía, osadía y protesta, hay empresas detrás. En 5 Pointz el conflicto va más allá. Después de derribar el edificio, quieren pintar un mural por encargo además de utilizar el logo de 5 Pointz. Los artistas lo consideran una ofensa.

De 5 Pointz a la tele ¿Seguirá siendo hip hop?

La conversación puede dar un paso más y entonces llegar a un punto incluso más dramático. Y si el hip hop se normaliza ¿seguirá siendo hip hop? Hoy Gucci se inspira en diseñadores de Harlem; Lil Wayne desparrama champagne en la publicidad en televisión de un teléfono; las historias de raperos llegan a las salas de cine tradicionales y los graffitis se conviertan en arte aceptado. Muchas cosas han cambiado.

Cuando el hip hop nació era un movimiento marginal que daba oportunidad a jóvenes anteriormente sin voz a contar sus experiencias de vida. Se narraban historias en primera persona y la audiencia que desconocía esas realidades las miraba con reparo. Pero ese es otro tema. De momento en 5 Pointz están en guerra.

fuente: swaggamusic