Reconocido grafitero chileno expone mural en galería de Nueva York
Dasic Fernándezes originario de Rancagua. Su obra es parte de una serie de creaciones de arte callejero que será incorporado en el interior del espacio Local Project en el barrio de Queens. “Quiero sacar a la gente de sus zapatos por un segundo, quiero que mi pega sea una ventana que los succiona y se los lleva a otra realidad paralela y que no se den cuenta por cuánto tiempo viajaron”, cuenta.
Escrito por Marco Fajardo, para elmostrador.cl
Su obra se podrá ver hasta noviembre.
Una obra del renombrado grafitero chileno Dasic Fernández, residente en Estados Unidos desde 2009, se encuentra actualmente expuesta hasta noviembre en una galería de Nueva York, en otro logro en la carrera de este destacado artista, que ya ha hecho múltiples intervenciones creativas en diversos estados del país norteamericano.
En esta ocasión, Fernández fue contactado por la chilena Carolina Peñafiel, directora del espacio creativo Local Project, ubicado en el barrio de Queens, para realizar un mural que es parte de una iniciativa del lugar para incorporar a su interior obras del espacio callejero, en el así llamado “Public Mural Hall”.
“Su trabajo toca temas cotidianos, y creo que el color y la técnica que utiliza invita al dialogo dentro de las comunidades donde pinta, que es muy importante, sobre todo aquí, que es una ciudad tan diversa”, explica Peñafiel. “Me impresiona realmente no sólo la creatividad, sino el talento de Dasic. Es realmente bueno, sus murales son hermosos, llenos de color y también de esperanza”.
Emigrante
Fernández emigró a Estados Unidos a fines de 2009. “Llevaba un par de años con mi novia en ese tiempo, que es neoyorquina, y al final termine viniéndome”, explica desde Estados Unidos. “La experiencia de vivir y trabajar acá con arte sigue siendo muy intensa, esta ciudad no para y te motiva día a día a dar lo mejor de uno”.
Este grafitero no es un desconocido en Chile. Fue el artífice del encuentro más grande del género que se haya realizado en Chile, el “Muro por la paz”, en el perímetro de la viña Cousiño Macul, en Peñalolén, en 2009.
Allí, un basural se convirtió en un mural continuo de dos kilómetros, pintado en tres días, todo un record mundial. En esa ocasión participaron casi todos los grafiteros de Chile, así como muchos extranjeros. Además se unieron todas las técnicas: muralismo, graffiti y streetart, entre otros.
“Su continuo crecimiento lo llevó a pintar a Nueva York, la cuna del graffitti, como siempre lo pensó”, señala León Calquín, probablemente el principal experto chileno del género en nuestro país. “Pinta realismo, pero con contenido”.
Con su emigración al país del norte, Fernández siguió los pasos de Cekis, otra de las estrellas del graffitti chilenol que también emigró a Estados Unidos, y con quién realizaría su primera intervención en el barrio neoyorquino de Brooklyn, según un blog especializado.
Autogestionado
Fernández se crió en Rancagua. En el colegio y con amigos en las calle, entró en contacto con la cultura del hip hop y el graffitti.
“Me acuerdo que cuando estaba en sexto básico, a la vuelta a clases, llegó un compañero haciendo pasos de breakedance, lo que hizo que me empezara a explotar la cabeza con el tema”, recuerda.
En Chile realizó su pintura a pulso, siempre con autogestión. “Guardaba cada peso que llegaba a mis manos para comprar pintura y luego salía a conseguir muros. Como tengo cara de cabro bueno me iba bien consiguiendo muros”, cuenta riendo. “Luego, ya en la universidad, comencé con el tema del arte público y aprendí en el camino como relacionarme con organizaciones comunitarias o municipales para desarrollar proyectos. La comuna de Lo Prado fue fundamental en este proceso”.
Allí, Fernández ejerció como instructor de graffiti en el taller “Graffusión”, mientras estudiaba en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. Luego dejaría los estudios y emprendió un viaje por Perú, Argentina, Uruguay y Brasil.
Todas las miradas
Tras cinco años en Estados Unidos, Fernández puede dar fe de las diferencias existentes, “para bien y para mal”, con nuestro país.
“En el tema de la calle es mucho más complejo el conseguir muros y últimamente he estado pintando casi que por invitación solamente”, relata. “También acá está lleno de artistas profesionales, por lo que la escena es muy competitiva y para ganarse un lugar hay que estar obligadamente a un buen nivel”.
En su opinión, otra de las grandes diferencias es que en Estados Unidos la atención que está puesta en el arte, no sólo de la gente que vive allí sino del mundo entero. “Pareciera que de todos los rincones están las miradas puestas al trabajo que se hace en Nueva York”, aventura.
Fernández ya ha pintado en los estados norteamericanos de Texas, Illinois, Michigan, Nueva Jersey y Nueva York, y en varias ciudades dentro de ellos, gracias a invitaciones, concursos ganados y proyectos comunitarios, entre otros. También ha sido parte del famoso “Rebel Díaz Arts Collective”, en su ciudad de residencia.
Estar en dicho colectivo de artistas ha sido una experiencia “súper buena, hemos ya trabajado en un montón de proyectos y seguimos en ello. Me dio la chance de conocer una comunidad más joven en el Bronx y de poder desarrollarme junto con los chicos y contribuir a su aprendizaje en el mundo del arte”.
Asegura que sus amigos han sido una fuerte influencia en su trabajo. “Creo que es normal que pase. Por otro lado siempre he sido un admirador incansable del arte renacentista y del movimiento impresionista”.
Otra de sus influencias e inspiración es la música. “Ahora mismo está lleno de artistas geniales en todo el mundo en danza, baile y pintura. Me pasa que no puedo separar las disciplinas, para mí son todo lo mismo: unos trabajan en frecuencias visuales y otros sonoras o la mezcla. Me pones en aprietos si me haces nombrar un par en específico, porque de muchos rescato muchas cosas”.
¿Qué quieres transmitir con tu trabajo artístico?
-Quiero sacar a la gente de sus zapatos por un segundo, quiero que mi pega sea una ventana que los succiona y se los lleva a otra realidad paralela y que no se den cuenta por cuánto tiempo viajaron.
Para Calquín, sin duda tenemos Dasic para rato, “pues su proyección a futuro es muy amplia”.
“Así lo dicen sus últimos trabajos”, asegura el albacea del graffitti local, “siempre sorprendiendo, ya sea por la magnitud de ellos o por el depuramiento de su estilo”.
Más Info de su trabajo en [su_icon icon=»icon: flickr» url=»https://www.flickr.com/photos/dasic/»]flickr.com/dasic/[/su_icon]